¿Cómo Funciona la Embolización Prostática?
La embolización prostática es un procedimiento mínimamente invasivo realizado por un radiólogo intervencionista, que consiste en tres pasos clave:
1. Acceso Vascular: Se hace una pequeña incisión en la ingle o muñeca para insertar un catéter en la arteria femoral o radial.
2. Navegación y Posicionamiento: Con imágenes en tiempo real, el catéter se dirige hasta las arterias que irrigan la próstata.
3. Embolización: A través del catéter, se inyectan partículas embolizantes que bloquean el flujo sanguíneo a áreas específicas de la próstata, reduciendo su tamaño y aliviando los síntomas.
Beneficios de la Embolización Prostática
- Mínimamente invasivo: No requiere incisiones grandes ni anestesia general.
- Recuperación rápida: Los pacientes retoman sus actividades en pocos días.
- Menos complicaciones: Menor riesgo de incontinencia urinaria e impotencia que en cirugías tradicionales.
- Eficacia duradera: Estudios clínicos muestran mejoras significativas y sostenidas en los síntomas urinarios.
Candidatos Ideales para la Embolización Prostática
Este tratamiento es ideal para hombres que:
- Presentan síntomas urinarios moderados o graves debido a HPB.
- No han respondido o toleran mal los medicamentos.
- Prefieren evitar cirugías más invasivas.
Procedimiento y Recuperación
El procedimiento, que dura entre 1 y 2 horas, se realiza en un entorno ambulatorio. Después, el paciente es monitoreado durante unas horas y puede regresar a casa el mismo día. La mejoría en los síntomas suele notarse en las semanas siguientes.


